El beso de la mujer araña:

Hay obras a las que el tiempo en vez de hacerlas obsoletas, las hace más grandes. Esto ocurre cuando se habla del alma del hombre, de sus sentimientos, sus contradicciones. Eso es lo que las hace actuales, siempre. De esto habla “El beso de la mujer araña” y al mismo tiempo también habla de la libertad, la tortura, las ideas políticas, el amor, el odio, la traición, el miedo, la amistad… Es muy difícil permanecer fiel a nuestros principios a través de la vida y más si las presiones externas nos empujan a dudar de ellos. Molina y Valentín son dos seres expuestos a una situación extrema que se ven obligados a sobrevivir a costa de todo. Son duros y tiernos, divertidos y tristes, generosos y egoístas… Son dos seres humanos. Dos hombres enfrentados a un mundo hostil que no acepta sus creencias ni su naturaleza. Por eso son perseguidos y encarcelados, porque para muchos las ideas “peligrosas” han de ser apartadas y destruidas. El trabajo con Carlos y Álvaro ha sido totalmente enriquecedor, difícil, duro, delicado, lleno de sentimientos y matices. Me he sentido totalmente relajado y apasionado con su progreso. Impresionante su forma de enfrentarse a un texto tan duro, su conexión, su relación. Ha sido todo un gusto. Quiero hacer un apartado para dar las gracias a Oscar, Raquel, Álvaro (Capi) y Daniel por su generosidad al ayudarme a poder llevar a escena esta versión que si en ellos no hubiese podido realizarse. A todos muchísimas gracias y a ustedes que les guste el espectáculo y ¡ojalá! que consigamos que les “toque” un poquito su corazón.

Rafael Ramos de Castro